Rodeado de un bello entorno natural y con excelentes vistas a 800 m de altitud, el despoblado y abandonado caserío de El Chorrico se halla a unos 2 km en línea recta al oeste de Puebla de Arenoso, muy cerca ya por lo tanto del linde de su término con la provincia de Teruel. Tras él, en dirección a territorio aragonés, se extiende una planicie en la que a unos 200 m del poblado encontramos la Ermita de Santo Tomás de Villanueva junto al camino que conduce a la cercana Masía del Pijer.

También queda próxima la aldea de Los Cantos, aproximadamente a 1 km al norte, con la que la ermita está unida por sendero. Se puede llegar cómodamente a este caserío desde Puebla de Arenoso tras recorrer unos 2 km por la carretera CV-20 que bordea el embalse.

En la documentación de una visita pastoral realizada en 1730 no se cita a esta ermita, mientras que sí se hace en una posterior de 1740, lo que hace suponer que debió construirse entre esas dos fechas, al parecer por iniciativa de mosén Josep Badenas.

Con el éxodo rural y la despoblación la zona quedó prácticamente deshabitada, y la ermita vacía y sin culto. A pesar de ello, y de lo solitario de su emplazamiento, el edificio se mantuvo en relativo buen estado y en fecha reciente se le ha vuelto a dotar de imágenes y objetos de culto, recuperándose la devoción al santo arzobispo.

Este diminuto templo daba servicio religioso a los habitantes de la zona, de la que además era centro de su vida social. En otro tiempo recibía también romería animada por porrat y exhibición de caballerías. Perdidas por completo estas tradiciones durante largos años, en fechas recientes se ha recuperado al menos la romería por iniciativa de un grupo de vecinos.

En el año 2007 nuestra asociación sufragó los gastos de una campana nueva así como la reparación de las humedades del interior y la acera de losas de piedra.